Esto marca un paso ceremonial significativo en la preparación para los Juegos Olímpicos, ya que la llama comienza su viaje desde el sitio histórico de Olimpia hasta la ciudad anfitriona.
La llegada se celebró con una ceremonia modesta pero conmovedora a la que asistieron funcionarios de los Comités Olímpicos Griego y Francés.
El barco pronto transportará la llama a Francia, simbolizando la paz y la unidad a través del deporte.
La comunidad global espera con gran anticipación los próximos Juegos, que comenzarán en París.